lunes, 2 de agosto de 2010

Star Trek: La saga de Spock

- Permiso para subir a bordo, Alférez.
- Permiso concedido, Almirante Kirk. Bienvenido a bordo.
- Gracias, Alférez, lamento parecer descuidado, pero ¿Qué nave es ésta?
- La H.M.S. Bounty.
- El nombre me resulta familiar, pero no creo conocerla.
- No puede hacerlo, esta es una nave experimental y mantenida en completo secreto. Sólo los Almirantes en activo y su tripulación conocemos su existencia, señor.
- ¿Entonces por qué me resulta tan familiar el nombre?.
- Así fue como llamaron usted y su tripulación al pájaro de presa Klingon capturado en el Planeta Génesis.
- No sé si sentirme halagado o confuso por ese nivel de conocimiento sobre mi vida...
- Aquí está el turboascensor. Señor. En el puente le espera el resto de la tripulación y sus compañeros. Mi nombre es Sisko, si necesita algo, llámeme.
- Gracias, Señor Sisko.
Nada más entrar en el turboascensor, se fijó en el plano de la nave, que parecía tener la distribución propia de una nave de clase Galaxia. Por supuesto no se podía ver gran cosa, pero le gustaba contemplar cómo toda una categoría de naves estelares se había desarrollado a partir de “su” Enterprise. Podía sentirse orgulloso, y lo estaba. Las puertas se abrieron, y allí estaban Uhura y Scotty .

- Buenas tardes, Almirante. Es un placer volverle a ver.
- Lo mismo digo, Scotty, ¿qué tal la jubilación ?
- Bueno, dicen que todo es soportable con una bella mujer a tu lado.
- Cállate, Scotty. -Dijo Uhura con una media sonrisa.
- ¿Qué le parece la nave, Almirante ?
- Lo cierto es que apenas sí he visto dos pasillos, la sala de transportación y ahora el puente. No es mucho para juzgar.
- Nosotros sí hemos tenido tiempo de echarle un vistazo a la sala de máquinas.
- Tú siempre sabes dónde llevar a una chica.
- Tú ya no eres ninguna chica.
- Cállate ya, Tob
- ¿Tob ?
- Sí, Jim, es una palabra de la antigua jerga escocesa. Significa “Enorme Gordo”, si mal no recuerdo.
- Bienvenido a bordo, Doctor.
- Gracias, Scotty, no hay nada como un paseo en lanzadera para hacerse una auténtica idea de cómo es realmente una nave.
- ¿Y cuál es su diagnóstico, Doctor ?
- Es una lata de conservas magnífica, Scotty.
- ¡Siempre será usted el mismo !
- ¡Puede apostar a que sí, Scotty !
- Aquí viene el Capitán.

El Capitán Andersson era un hombre muy alto, de unos treinta años aproximadamente, y su cabello totalmente rubio confirmaba lo nórdico de su apellido.

- Caballeros, Señora... es un placer tenerles a bordo. Confío en que encontrarán su viaje confortable.
- Gracias, Capitán. Creo que ya conoce la urgencia de nuestra misión.
- Por supuesto, Almirante. Estamos listos para partir. Si quieren ocupar sus asientos.
- Preferiría estar en la sala de máquinas, si es posible.
- Por supuesto, señor Scott, allí será bienvenido en cualquier momento.

Scotty dio las gracias y salió del puente como si la maniobra dependiera de que él llegara a tiempo a la sala de máquinas.

- Le daremos un minuto al Señor Scott, más que de sobra. Mientras tanto, siéntense.
- Tiene usted una bonita nave, Capitán Andersson.
- Gracias, Doctor, espero que muy pronto se convierta en el orgullo de la Flota... Con el permiso del Enterprise-B, naturalmente.
- Es usted muy considerado, Capitán.
- Sólo sincero, Capitán Uhura... Preparados propulsores de popa.
- Preparados, Capitán.
- Avante un cuarto de potencia impulsora.
- Potencia impulsora un cuarto.

La nave empezó a moverse sin esfuerzo, el movimiento sólo se podía notar por el avance de la estructura bajo la que se encontraban. Sin ruido, con inquietante suavidad, el H.M.S. Bounty hizo su bautismo en el espacio.

- Tal vez desee ver la nave desde fuera, Almirante.
- Gracias, Capitán, estaba a punto de pedírselo.
- Vista exterior.

El Bounty era una gran nave, mucho más majestuosa de lo que ninguno de ellos había imaginado. El puente se hallaba en la parte superior del disco, común a todas las naves de combate de la Federación. Sin embargo, este era mucho más grande de lo acostumbrado, y las dos unidades de propulsión WARP se encontraban a su misma altura. Un ligero gesto del capitán Andersson cambió el ángulo de visión, y ahora apareció ante ellos la parte inferior de la nave. Fue entonces cuando pudieron comprobar que bajo el casco principal se hallaba una estructura cilíndrica desde la cual partían los soportes para los propulsores.
CONTINUARA.
Relato de JUAN TERUEL RAMON.

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