viernes, 1 de abril de 2011

Entrevista a Jery Ryan (7 de 9)

De nuevo debemos dar gracias a Guia ST por acercarnos de la mano de Kohelles esta magnifica entrevista a un actor trek. Jeri Ryan dejó una huella imborrable en Star Trek: Voyager cuando se unió al elenco en la Cuarta Temporada, en el papel de Siete de Nueve. Algunos fans pensaron que Siete había sido inventada sólo para agregar una bomba despampanante a la serie luego de la partida de Kes (Jennifer Lien) y, si bien el personaje sin duda calentó más de una cabeza gracias a su indumentaria como pintada al cuerpo, Ryan y los guionistas dejaron muy en claro que Siete de Nueve evolucionaría mucho más allá de una cara bonita.

 El personaje fue duro, discutidor, opinador, rigurosamente capaz de revolear piñas, y un gran complemento para varios compañeros de la tripulación, sobre todo para el Doctor (Robert Picardo) y para Janeway (Kate Mulgrew). Además, por momentos, cierta cuota de vulnerabilidad y/o calidez nos recordaba a todos que Siete era, más allá de sus implantes cibernéticos borg, una criatura humana. Desde que la Voyager terminó su viaje, en 2001, Jeri Ryan mantuvo una vida bastante intensa, tanto en lo personal como en lo profesional. En lo personal, Ryan está casada y vive en Los Ángeles con su segundo esposo, el chef francés Christophe Eme, y sus hijos: Gisele (su niña con Eme) y Alex (de su primer matrimonio). En el plano profesional apareció (tanto como estrella invitada, como personaje secundario o como protagonista) en Boston Public, Two and Half Men, Boston Legal, Shark y Leverage …y ahora se ocupa de Body of Proof, Mortal Kombat y Warehouse 13. StarTrek.com entrevistó a Ryan en Rhode Island durante el rodaje de su nueva serie, Body of Proof. Durante media hora de charla, mientras Gisele (3) jugaba en su regazo, Ryan gentilmente recordó sus días en VOY y también habló de su presente.


Arranquemos con Voyager. Cuando recuerda sus cuatro temporadas en Star Trek, ¿qué es lo primero que le viene a la mente?


¡Ese traje (N. de Kohelles: siempre dijo que se ahogaba, incluso se llegó a desmayar)!... Y también lo bien que la pasé trabajando con todo el equipo. Todos eran psicóticos, lunáticos y los adoré, a cada uno de ellos; fue muy divertido trabajar juntos. Es difícil ahora mantenernos en contacto porque siempre estamos viajando o en distintos lugares, pero nos vemos cada tanto en las convenciones, y todo es tan delirante como siempre lo fue.


La gran pregunta que todos se hacen acerca del final de VOY: ¿usted se creyó la relación entre Siete y Chakotay?


No es que no me la creyera… El problema, para mí, es que esa relación surgió de la nada. Los guionistas empezaron a armar esa relación algunos episodios antes, en “Human Error”, cuando Siete experimenta con su condición humana en el holodeck. Y es como si se hubiera enamorado ahí de Chakotay. Habían dicho algo así como que ella nunca podría haber tenido una relación así porque moriría, o algo por el estilo. El siguiente capítulo fue “Natural Law” y Siete y Chakotay estaban varados juntos en un planeta. Robert (Beltran) y yo les preguntamos específicamente a los productores: “¿Vamos a insinuar algo juntos ahora? ¿Esto va a ir a parar a alguna parte? Porque, obviamente, necesitaríamos que esto tuviera algún desarrollo previo…”. Y contestaron: “¡No, no, no no! Absolutamente, no. No se seduzcan. No va a pasar nada”. Por eso, después de aquel capítulo nunca actuamos ningún tipo de atracción entre los dos personajes. Y entonces, de golpe, de la nada, en “Endgame” estábamos en pareja. Fue bastante molesto, más que nada porque les habíamos preguntado específicamente y nos habían dicho: “No, absolutamente no”. Y de golpe Siete y Chakotay estaban enamorados. Fue un poco… Es una de las frustraciones de la televisión. Y así es como aprendés, también. Vos tenés que tratar de ser la niñera y la guardiana de tu propio personaje.

¿Todavía conserva el traje-catsuit, o ya quemó a esa maldita cosa?


No me dejaron conservarla. Me habría encantado quemarla, no tanto la catsuit sino más bien el corset que llevaba debajo. Pero no, no me dejaron llevármela. Sin embargo, tengo el nicho (de regeneración). Pensé: “¡Es lo mínimo que pueden darme! Dénme mi nicho”. (Se ríe.) Lo tengo en mi habitación de juegos.


Muchos actores de Star Trek, cuando sus respectivas series se terminaron, se preocuparon por qué irían a hacer (o a no hacer) en el futuro. ¿Qué tanto se alarmó usted después de VOY, por si el público y/o los directores de casting no le daban trabajo por haber quedado “pegada” con la imagen de Siete de Nueve?

Ah, por Dios, era lo único que me atormentaba cuando acepté el trabajo. Star Trek es famoso por encasillar a sus actores; después a todos les cuesta mucho salirse de ahí y empezar otras cosas. Así que fui inmensamente afortunada cuando, apenas terminó Voyager, me llamaron para un programa de David Kelley. Tuve muchísima suerte, estuve enormemente agradecida y me dije: “Esto va a salir bien. Voy a trabajar”.


Usted filmó muchas películas de cine antes y durante Voyager, pero desde que terminó la serie parece haberse concentrado en la televisión. ¿Fue su elección? ¿O era donde había vacantes para trabajar?

En gran medida fue por mi familia. Cuando tenés una familia, la estabilidad de un programa de televisión está muy buena, de verdad. El cine y la tevé son dos caminos muy distintos, al menos para mí. En Body of Proof, ahora, estamos haciendo seis -a veces siete, u ocho- páginas por día. En Star Trek hacíamos ocho páginas, o poquito más. Y en una película de cine, por día hacés dos páginas. Podés repetir la misma escena todo el día. Eso, para mí, después de acostumbrarme al ritmo de la tevé, se me hace demasiado largo. Me obnubila. Se me hace difícil. Tengo un respeto infinito por los actores que pueden rebotar del cine a la tevé y de la tevé al cine todo el tiempo, pero a mí no me resulta sencillo.


Usted tiene una hija chiquita, un hijo, un esposo, un restaurante y una casa en Los Ángeles. ¿Qué demonios está haciendo en… Providence, Rhode Island? (N. de K.: en la otra punta de los Estados Unidos.)

¿Sabés qué? Después que terminé mi licencia por maternidad, hace poco más de un año, no conseguí ni un trabajo que se filmara en Los Ángeles. Todo se filmaba en otras ciudades: estuve un mes en Detroit, dos meses en Portland… estuve en Vancouver y en New Jersey. Estuve en cualquier lado menos en casa. Vos vas donde está el trabajo. Y Providence es precioso, es un hermoso lugar. Pero sí, no es cómodo para viajar todos los días desde Los Ángeles, porque no hay muchos vuelos: tenés que volar a Boston, cambiar de avión y así llegar a Providence. Y hay una diferencia horaria de tres (horas). Se hace duro. Así que mi nena está conmigo la mitad del tiempo, la otra mitad la pasa en mi casa, y así me voy manejando.


Gisele está por cumplir tres años. Su hijo Alex tenía más o menos la misma edad cuando usted empezó en Voyager. ¿Eso le da algún déjà vu de lo que era tener un crío en el set, aunque ahora en otro programa?

Totalmente. Alex ahora tiene 16. Y no se te hace tan fácil cuando tenés 40 que cuando tenías 26, físicamente. Pero es muy divertido, y Gisele es increíble… (Jeri pasa sus dedos por el pelo de Gisele y le susurra: “¿No es cierto?”). Le tengo terror a su pubertad, sin embargo. Estoy aterrorizada.


¿Qué se le ocurre que Siete –o Annika Hansen– estaría haciendo ahora?

No sé. Honestamente, no lo pensé. Mi imaginación no funciona de ese modo para con los personajes que me tocó hacer. Amé el personaje de Siete, pero no necesariamente me imagino qué estaría haciendo ahora. Para mí, con “Endgame” se terminó todo. Fue el último capítulo, y cerré todo ahí.


Para ciertos fans, Voyager –al igual que las demás series después de TNG- fue subestimada. ¿Qué piensa?

Quizá le estás preguntando a la persona equivocada. No soy realmente una fan de la ciencia-ficción. No es mi asunto. Llegué al programa en la Cuarta Temporada. Y no sé de qué se quejaban los fans en las tres Temporadas anteriores, antes de mi llegada. Pero sí te puedo decir que no me pareció que, durante mi época, tuviera que “remontar” nada.


Cada tanto, usted va a convenciones de ST. ¿Qué le sigue gustando, tanto como para seguir yendo ahí?


Son muy divertidas. Me encantó el personaje y doy gracias por haber sido parte de la serie. Y lo que más me gusta es encontrarme con mis ex compañeros, con Bob (Picardo) y con Robbie (McNeill) y el resto. Garrett (Wang) se apareció durante un rodaje mío, el año pasado en Las Vegas, de sorpresa, y estuvimos tuiteando fotos de los dos desde el escenario. También vino Bob. Por razones de seguridad yo no pude ir a convenciones durante varios años, hasta que Creation, muy gentilmente, contrató para mí una compañía de seguridad impresionante; son fenómenos y me cuidan muy bien.


¿Qué estuvo haciendo antes de comenzar a filmar Body of Proof (N. de K.: una serie médico-policial que se estrenó hace un par de días por la cadena norteamericana ABC)?


Hice la segunda mitad de la Segunda Temporada de Leverage, que fue increíble. Jonathan Frakes dirigió uno de los capítulos, y fue tremendo trabajar con él. Fue la primera vez que trabajamos juntos. Lo conocía de antes, pero era la primera vez que trabajábamos juntos, y fue un descontrol. Yo estaba en New Jersey para filmar algunos capítulos de Law & Order: SVU (La ley y el orden, UVE); hice un par de películas para televisión, una en Montreal y la otra en Detroit; una de ellas, Secrets in the Walls, salió al aire en octubre pasado por el canal Lifetime. Fue mi primera historia de fantasmas: interpreto a una madre soltera con dos hijas, que compra una casa embrujada, y una de sus hijas es poseída por el fantasma de esa casa. La otra película se llama Deadlines, y personifico a una diseñadora de modas que tiene una gran conciencia ecológica y se ve envuelta en un asesinato misterioso. Creo que todavía no la estrenaron. Y también fui a Vancouver para rodar un capítulo de Psych. Viví arriba de aviones.


Hace más un año, y para hacerle un favor a un amigo, hizo de Sonya Blade en un corto de Mortal Kombat -Mortal Kombat: Rebirth-, dirigido por Kevin Tancharoen. Fue tremendo, los fans alucinaron y ahora usted terminó filmando una serie online que se llama Mortal Kombat: Legacy, que se estrena el 12 de abril…

Nunca pensé que iba a pasar lo que pasó. Se convirtió en algo gigantesco. Me voló la cabeza la visión de Kevin y lo que logró… quiero decir: fue tremendo. Y fue tan tremendo como para convencer a la Warner Bros. de que hiciera la serie online, y para convencernos a todos nosotros de firmar otro contrato. Es un proyecto buenísimo y Kevin es un director impresionante. Será un éxito.


¿Qué tan de acuerdo está con la versión de Sonya en el juego y, para ser honestos, qué tanto piensa: “Ya estoy muy vieja para esto”?

(Risas.) Mi versión tiene muchas más ropas que la versión de video. Es mucho más realista, mucho más humana. Estos episodios no son tan “de historieta”, son mucho más descarnados, mucho más reales. Conservan elementos de fantasía, por supuesto, sobre todo en los personajes que están completamente basados en la fantasía, pero los personajes humanos son mucho más crudos y más verdaderos, y Sonya es una chica jodida, hermano. Ella te puede clavar una piña, me encanta. Y, por Dios, hace como diez años –quizá desde Voyager- que yo no hacía nada así, físicamente exigente. No es algo que me ponga a hacer en casa. Pero fue muy divertido. Me encanta hacer escenas de acción. Usted acaba de filmar un capítulo de Law & Order: Criminal Intent, parece que otro capítulo de Leverage y ahora se va a Toronto (Canadá) a filmar Warehouse 13. ¿Qué nos puede decir de este Warehouse 13? ¿Está bien?
Sí, está muy bien. Yo hago de… viste, no puedo decir mucho porque no me dejan. Pero soy la ex esposa de alguien. No voy a decir el nombre de mi personaje, porque se supone que es un secreto.


Traducción para Guia ST Kohelles

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