jueves, 9 de septiembre de 2010

Star Trek: El enemigo definitivo

Un pequeño “bip” indicó que el Presidente había vuelto a activar el inter-comunicador, y un segundo sonido, que había activado su función de grabación.

- Contra-Almirante Kirk, ¿aceptaría usted ser degradado a Comandante para volver a embarcarse en una nave estelar?

James Kirk se cuadró antes de responder con un rotundo “sí, Señor”. Luego, todo se volvió negro y se desplomó sin sentido sobre un sillón que milagrosamente se hallaba a su espalda.

El negro pasó al gris… Luego, sólo una nube rosácea cubría sus ojos. Por fin, James Kirk abrió los ojos. Un rápido vistazo a su alrededor le sirvió para confirmar que seguía en el despacho del Presidente de la UFP, donde sólo se encontraba acompañado por Spock y el propio presidente. Un segundo vistazo al reloj de pared le indicó que su desvanecimiento apenas había durado un minuto.

- ¿Estás bien, Jim?
- ¡Spock! ¿He oído lo que he creído oír?
- Así es, Jim, lo que has oído es lo correcto. Te queremos a bordo de una nave estelar… Y esta vez no serás tú el capitán.
- Anda, suéltalo. Tengo muy claro que teníais esto más que preparado, así que no me levantaré de este sillón, pero quiero saberlo todo.
- Verá, Kirk –el presidente de nuevo- Spock y yo hemos estado pensando mucho, acerca de antiguos capitanes como usted, con años y años de experiencia al mando de una nave estelar… Y al mismo tiempo, hemos pensado en lo inexpertos que son algunos de nuestros actuales capitanes.

Inmediatamente, Jim Kirk pensó en el Capitán John Harriman, y el desastroso rescate de las naves El-Aurianas.

- Sí, Jim, estás en lo cierto. Aquel día empezó este proyecto. De no haberte tenido a bordo, habríamos perdido a todos los refugiados, por no hablar del Enterprise-B y toda su tripulación. Gracias a tu actuación, pudimos salvar a mucha gente, Jim.
- Pero el Capitán Harriman…
- John Harriman murió hace dos meses, Jim. El Enterprise-B lleva todo este tiempo en reparación en los astilleros de Utopia Planitia, en Marte.
- ¿John?¿Muerto?¿Cómo?
- Murió salvando su nave, Jim, como tú mismo habrías hecho. Ahora, el Enterprise-B necesita un nuevo capitán…
- No lo discuto, pero creo haber oído que yo no volveré a mandar una nave estelar…
- Y ha oído bien, Kirk. El nuevo capitán será Sulu… Demora Sulu.
- Entonces no comprendo… Demora… La Capitán Sulu está muy bien cualificada para…
- Pero necesita tu experiencia, Jim –Spock le interrumpió- Es por eso por lo que hemos pensado en crear un nuevo puesto dentro del Puente de Mando de cada nave… Un puesto destinado a alguien capaz de ofrecer alternativas al capitán de la nave. Alternativas que dicha persona jamás encontraría por sí misma.
- Para eso está el Primer Oficial, para ofrecer alternativas…

- Así es, Kirk, pero no podemos evitar que en la inmensa mayoría de los casos, el Primer Oficial suela tener aún menos experiencia en su puesto que el propio capitán… Seré franco con usted, Comandante –El Presidente utilizó por primera vez su nuevo rango, lo que hizo que James Kirk considerara como oficial el resto de la conversación- Usted ya no es el único capitán que ha sobrevivido a su misión inicial de cinco años, como bien sabe. Pretendemos que usted sea el primero de esos capitanes fuera del servicio activo que sigan embarcados en una nave estelar y que nos sirva usted para evaluar si nuestra idea es factible, y sobre todo, útil… ¿Qué me dice, Comandante Kirk?
- ¿Pretenden que sea una especie de Consejero sin auténtica capacidad de mando?
- Así es, Comandante.
- Cuente conmigo, Señor Presidente… Señor Almirante…
Continuara
Relato de JUAN TERUEL RAMON.

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