Star Trek Magazine tiene una nueva entrevista con el actor de DS9 Alexander Siddig en su número 27, El Número del Genio, y aquí tenéis unos cuantos extractos:
Siddig parece sinceramente orgulloso de haber sido una parte de cómo DS9 amplió los límites de Star Trek “Creo que aún sigue siendo una serie en sí misma dentro de todo el género de Star Trek”, sugiere “Es la única en su clase, es mu distinta. Tiene el sello de Ron Moore, y de Ira Behr”.
“En realidad, no fue hasta la cuarta o quinta temporada cuando el productor ejecutivo se abrió ante mí y me dijo: Escucha, durante los dos primeros años de esta serie, cada vez que tenía una reunión con los jefes del estudio, ¡querían que te despidiera!” Recuerda Siddig. “Miran tus números, y ves que eres con diferencia el personaje con menor popularidad de la serie, pero hemos hecho un trato, el productor Rick Berman y yo mismo, para que el doctor empiece de nuevo, desesperado, y que evolucione. Podíamos permitirmos el lujo de dedicarle tiempo. Sabíamos que al menos íbamos a disponer de seis temporadas”.
DS9 también abrió nuevos campos al mostrar tantas relaciones interpersonales. Bashir en particular se relacionó de modo especial (aunque de forma ligeramente antagónica) con Miles O’Brien (Colm Meaney) y Garak (Andrew J. Robinson). “De un modo bastante clásico, explotaron el asunto Británico/Irlandés”. Comenta Siddig acerca de la amistad entre O’Brien y Bashir. “Íbamos a convertirnos en la pareja que discutiría a la menor ocasión”.
“Y de hecho, ésto continuaba fuera del plató – Colm y yo tuvimos enfrentamientos apasionados acerca de Inglaterra e Irlanda, y eso que yo no tenía ni idea del tema en el plano político. Sospecho ahora, cuando miro hacia atrás, que él tampoco sabía nada de la política subyacente, pero hablaba de forma tan apasionada y vehemente acerca del asunto que yo me creía todo lo que me decía. Pero en aquel entonces me llevaba a bares irlandeses, específicamente para ridiculizarme delante de la clientela irlandesa. La verdad es que nos lo pasamos muy bien. Nos queríamos. Y escogíamos la compañía del otro aunque sólo fuera por poder discutir toda la noche, así que supongo que eso es algún tipo de unión entre nosotros, más allá de lo habitual. Desde luego, disfruté el tiempo que pasé con Colm, y también la relación que nació a raíz de aquello. Sobre la base ostensible de la libertad, rebelión, terrorismo y opresión religiosa, ésta fue una relación que nació del desagrado mutuo, pero que floreció como un auténtico amor, lo que es maravilloso”.
Después de que DS9 acabara en 1.999, su estilo de narración seriada no se volvió a intentar en el mundo de Star Trek hasta el penúltimo año de Star Trek: Enterprise, en 2003. “Perdieron el valor” cree Siddig. “Pensaron que DS9 fue un error durante varios años, así que se apresuraron a crear otra serie que repitiera de forma más acertada el éxito de TNG. Así surgió Voyager, que es casi una réplica exacta de TNG. Voyager fue una serie aceptable, pero de ningún modo original. Nadie me convencerá de que fue un concepto original. Enterprise fue una especie de comedia de errores, de igual modo. Deberían haber mirado a ambos lados y darse cuenta de lo que Galáctica, Estrella de Combate estaba haciendo. Incluso Babylon 5, y haber concluído que “Hay un mercado para el estilo de DS9”.
Siddig parece sinceramente orgulloso de haber sido una parte de cómo DS9 amplió los límites de Star Trek “Creo que aún sigue siendo una serie en sí misma dentro de todo el género de Star Trek”, sugiere “Es la única en su clase, es mu distinta. Tiene el sello de Ron Moore, y de Ira Behr”.
“En realidad, no fue hasta la cuarta o quinta temporada cuando el productor ejecutivo se abrió ante mí y me dijo: Escucha, durante los dos primeros años de esta serie, cada vez que tenía una reunión con los jefes del estudio, ¡querían que te despidiera!” Recuerda Siddig. “Miran tus números, y ves que eres con diferencia el personaje con menor popularidad de la serie, pero hemos hecho un trato, el productor Rick Berman y yo mismo, para que el doctor empiece de nuevo, desesperado, y que evolucione. Podíamos permitirmos el lujo de dedicarle tiempo. Sabíamos que al menos íbamos a disponer de seis temporadas”.
DS9 también abrió nuevos campos al mostrar tantas relaciones interpersonales. Bashir en particular se relacionó de modo especial (aunque de forma ligeramente antagónica) con Miles O’Brien (Colm Meaney) y Garak (Andrew J. Robinson). “De un modo bastante clásico, explotaron el asunto Británico/Irlandés”. Comenta Siddig acerca de la amistad entre O’Brien y Bashir. “Íbamos a convertirnos en la pareja que discutiría a la menor ocasión”.
“Y de hecho, ésto continuaba fuera del plató – Colm y yo tuvimos enfrentamientos apasionados acerca de Inglaterra e Irlanda, y eso que yo no tenía ni idea del tema en el plano político. Sospecho ahora, cuando miro hacia atrás, que él tampoco sabía nada de la política subyacente, pero hablaba de forma tan apasionada y vehemente acerca del asunto que yo me creía todo lo que me decía. Pero en aquel entonces me llevaba a bares irlandeses, específicamente para ridiculizarme delante de la clientela irlandesa. La verdad es que nos lo pasamos muy bien. Nos queríamos. Y escogíamos la compañía del otro aunque sólo fuera por poder discutir toda la noche, así que supongo que eso es algún tipo de unión entre nosotros, más allá de lo habitual. Desde luego, disfruté el tiempo que pasé con Colm, y también la relación que nació a raíz de aquello. Sobre la base ostensible de la libertad, rebelión, terrorismo y opresión religiosa, ésta fue una relación que nació del desagrado mutuo, pero que floreció como un auténtico amor, lo que es maravilloso”.
Después de que DS9 acabara en 1.999, su estilo de narración seriada no se volvió a intentar en el mundo de Star Trek hasta el penúltimo año de Star Trek: Enterprise, en 2003. “Perdieron el valor” cree Siddig. “Pensaron que DS9 fue un error durante varios años, así que se apresuraron a crear otra serie que repitiera de forma más acertada el éxito de TNG. Así surgió Voyager, que es casi una réplica exacta de TNG. Voyager fue una serie aceptable, pero de ningún modo original. Nadie me convencerá de que fue un concepto original. Enterprise fue una especie de comedia de errores, de igual modo. Deberían haber mirado a ambos lados y darse cuenta de lo que Galáctica, Estrella de Combate estaba haciendo. Incluso Babylon 5, y haber concluído que “Hay un mercado para el estilo de DS9”.
Articulo traducido por JUAN TERUEL RAMON.
Fuente Trekweb.
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