En The Sidney Morning Herald han publicado una entrevista con Zachari Quinto, y gracias a Kohelles, aqui os dejamos unos fragmentos de la misma.
Un jueves por la tarde, el 26 de julio de 2007 y en la Comic Con de San Diego (la convención de comics y artes populares más grande del mundo), JJ Abrams dijo al micrófono: “Señoras y señores (pausa dramática): Zachary Quinto es Spock”.
Y entró Quinto ante las ovaciones, los aplausos y los flashes de las cámaras. Su rostro era cuidadosamente inexpresivo, salvo por un mínimo atisbo de sonrisa. Levantó a medias su mano derecha. Éste sería su primer papel en una película. Había cumplido 30 años el mes anterior.
Abrams, aún oficiando como maestro de ceremonias, siguió: “Será un gran honor decir ‘Acción’ y ‘Corten’ a este caballero. Se pondrá las orejas una vez más para Star Trek. Señoras y señores, ¡Leonard Nimoy está con nosotros!”.
“La energía del público fue tremenda”, dice Quinto mucho después. “Recuerdo que me abrumó esa ola de admiración que todos le profesaban… y me sentí como si fuera un niño al que sus padres llevaban a conocer un lugar por primera vez… Era una energía muy protectora, sin embargo, como si él estuviera en su elemento y yo fuera el pequeño novato a su lado. Recuerdo haberme sentido vulnerable, pero él era tan gentil y cortés… y siempre lo ha sido.”
Una vez concluidas las presentaciones y salutaciones, Abrams prometió que el film se estrenaría “contando un año a partir de Navidad”.
Tres meses después de “un año a partir de Navidad”, Quinto está sentado en su habitación del hotel Four Seasons, con los pies sobre el diván. Sus cejas están creciendo y ya se las ve gruesas y prósperas. El clásico peinado de Spock, un preciso y calibrado corte de tazón, hace rato que fue reconfigurado y, ahora, el cabello oscuro de Quinto está peinado con gel, de forma extravagante y hacia arriba. Él jamás se quedará calvo.
Su voz es calma, sin inflexiones notables, y sólo puedes detectar énfasis cuando declara: “En realidad no me importa ese asunto”.
“Ese asunto” es el relanzamiento meticulosamente planeado y controlado de la franquicia de Star Trek, cuya primera etapa es esta película de 150 millones de dólares o, como la definió socarronamente en una entrevista, “La película de Kirk, cuando era delgado”.
“No importa cuán bien sea recibida esta película, ni las opiniones favorables acerca de mi labor”, dice Quinto. “Yo no tendré el mérito de haber originado este personaje. También creo que los estigmas disminuyen hoy y a esta edad. La ciencia ficción no tiene las mismas relaciones que tenía hace 40 años, y no creo que la gente tenga la misma gran capacidad de atención que tenía hace 40 años. Esos factores pesaron an la casi inextricable relación de Leonard con su personaje. No creo que éste sea necesariamente el mismo caso. Las personas tienen más ganas de distraerse. Se sienten incómodas concentrándose en una única cosa por demasiado tiempo. Nuestra industria del cine es, por una parte, un ejemplo de ello. Por otra parte, es responsable de ello.”
Quinto experimentó esto en su primer día de rodaje. Star Trek es una empresa multimedia, desde los trailers hasta los muñequitos de los personajes principales. Y el elemento sorpresa es esencial para el éxito.
Estaban filmando en un cementerio. Al final del día, Abrams, el director, le mostró a Quinto en su iPhone algunas imágenes. Eran fotografías a mucha distancia, tomadas ese mismo día, de ambos conversando (Quinto con su vestuario de Spock), y habían sido subidas a un sitio de Internet de celebridades. Por eso mismo, los miembros del elenco fueron obligados a usar ponchos que cubrieran sus trajes cuando salían o entraban del set. Y viajar en carritos de golf, bien ocultos.
“Esto indica cuán grande es el apetito insaciable de las personas, qué quieren y cuándo lo quieren”, dice Quinto. “Esto no habría sido un problema hace quince o veinte años. Es una energía implacable e insidiosa.”
Articulo resumido y traducido por KOHELLES.
Fuente SMH
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