sábado, 29 de enero de 2011

Entrevista con David Gerrold (II)

Gracias a la traduccion de Kohelles para Guia St os ofrecemos la segunda parte de esta interesante entrevista.

Siempre quise hacer algo más, algo extra, y eso nunca se me dio en TOS. Se lo mencioné a Gene (Roddenberry) cuando estaban planeando The Motion Picture, estuvo de acuerdo, y en un principio yo iba a tener una línea de diálogo en una de las primeras escenas, cuando explota una estación espacial. Pero le dieron ese texto a David Gautreaux, quien interpretó a Xon en la serie de tevé que no prosperó. Después le dieron a Robert Wise una lista de las personas que tenían que estar sí o sí en el film, votada por los fans, y yo estaba en esa lista. Cuando me presenté, Robert Wise me dijo: “No te preocupes, David, vos estás en la lista”. Era un tipo increíblemente gentil. Y aquella filmación fue muy divertida. Habían invitado a, no sé, unos 400 fans, y a personas que tenían que ver con la serie. Parecía una convención trekker. Esa toma duró sólo un día; Robert Wise se quedó muy impresionado, porque nos había reservado dos días de rodaje, pero los fans se portaron tan bien e hicieron bien lo que tenían que hacer –bueno, ¿quién querría ser recordado como el tipo que arruinó la película?- que todas las tomas que debían hacerse se hicieron en una sola jornada.

También apareció usted en DS9, en “Trials and Tribble-ations”, aquel episodio homenaje por el 30º aniversario. Sabemos que hay historias interesantes al respecto pero, por favor, cuéntelas usted, para aquéllos que no las conocen…

Yo llamaba (a los productores) y les decía: “Eh, me avisaron que están haciendo algo con los tribbles”. Y Rick Berman siempre contestaba: “No, no estamos haciendo nada. Si hacemos algo, te llamamos”. Todo bien. No importa. Un día volví a llamar y Berman me dijo otra vez: “No, David, si hacemos algo, te vamos a decir”. Repliqué: “Ah, bueno, OK, pero… ¿qué decís que le conteste al periodista del New York Times que me va a volver a llamar por teléfono en media hora? Está escribiendo un artículo sobre el 30º aniversario del capítulo de los tribbles en DS9”. Hubo una larga pausa, incómoda, y finalmente Berman dijo: “¿OK, qué es lo que querés?”. Le contesté: “Bueno, sería una buena prensa para vos reconocer al tipo que creó a los tribbles. Sería divertido que yo apareciera como un extra”. Así que fui y actué como un extra durante un día de filmación, y la pasé muy bien. Aquel capítulo estuvo brillantemente escrito, y fue producido aún más brillantamente. Impresionante. Y el director, Jonathan West, era una persona tremendamente amigable.
En cierto momento, en el set, estaban pasando un video de la filmación de “The Trouble with Tribbles” –en esa época había videotapes- y trataban de hacer coincidir la escena que filmaban con el capítulo antiguo. Y lo pasaban a velocidad rápida, para encontrar la escena que buscaban. Estaba todo el elenco y el personal mirando el monitor; eran como 30 personas. La mayoría no sabía quién era yo. Y después de un rato, dije: “Están pasando mal la cinta”. Todos se dieron vuelta, y me miraron como diciendo: “¿Y tu quién carajo eres?”. Jonathan –qué tipo maravilloso- dijo: “Si hay alguien que sabe, es él. Él escribió este capítulo de TOS”. Después, Jonathan me hizo otras preguntas, como: “¿Te parece que hay demasiados tribbles en esta toma?”, cosas así. Fue lindo estar ahí y ser reconocido y que me incluyeran en esa historia. Y pienso que todos hicieron un trabajo brillante en ese capítulo.

TNG es un tema sensible para usted. Estuvo allí desde el comienzo, con Roddenberry y otras figuras esenciales que ayudaron a desarrollar la serie. Y se quedó durante toda la Primera Temporada, pero no podemos encontrar su nombre en los créditos. Háblenos del año entero que pasó en TNG, y de por qué se fue. Y también díganos cuáles, según su opinión, fueron las mayores contribuciones que realizó al programa.

Creo que fue esencial el concebir un grupo más amplio y dejar de lado la idea del héroe, esta vez con un capitán mayor y más pensativo y con más experiencia… y también un primer oficial que de verdad dirigiera las misiones fuera de la nave. Me pareció que era el modo más sensible de poner en marcha una serie de Star Trek. Creo que fue, probablemente, una de las mejores cosas que aporté a TNG. A Gene le gustó mucho la idea.

¿Se arrepintió de haber dejado TNG después del primer año?
No, y te voy a decir por qué. Parte del problema en TNG era el abogado de Gene, Leonard Maizlish, que hacía imposible el trabajo de cualquiera. Reescribía los guiones. Violaba leyes del Sindicato, la gente se sentía muy mal. Fue uno de los peores ambientes laborales en los que me vi implicado. Así que, cuando tenía que renovar mi contrato, le dije a Gene que no lo renovara. Después me enteré de que Maizlish les hablaba mal de mí a los demás, les decía que yo era un quilombero, que me habían echado porque estaba mal de la cabeza, que no había hecho nada útil por el programa… Era un tipo de la peor calaña. Así que mi propio abogado lo llamó por teléfono y le dijo: “Si vos seguís hablando, te vamos a embargar tu auto, tu casa, tu perro, etc.”, y enseguida Maizlish cerró el pico. Era un tipo que daba vergüenza. Por suerte, mi abogado era un peso-pesado de Hollywood; cuando decía “Ummmm”, era un “Ummmm” tremendo.

Yo venía de veinte años de invertir mucha energía y mucho tiempo en ser parte de algo realmente muy especial, pero después de que me fui del programa, caminé dando la vuelta a la manzana y me dije que era momento de tener mi vida propia, y mi propia carrera, más allá de Star Trek. Y lo hice, de verdad. Escribí libros y otros programas de televisión, pero quise salir de aquel ambiente.

Por eso decidí que haría dos cosas: una, escribir únicamente los libros que me gustaría escribir; la otra, adoptar un hijo, lo que venía postergando por demasiado tiempo. Adopté el más maravilloso chiquillo del mundo, que para entonces ya tenía 8 años, y que había pasado duras experiencias en servicios sociales. Si leíste The Martian Child, sabrás cómo este chico se convirtió en mi hijo. Fue la mayor aventura de toda mi vida. Y mientras él estaba en el colegio, me concentré en los libros que quería escribir, y creo que los que hice en los 90 fueron los mejores. Hice dos libros más de The War Against the Chtorr, y una hermosa trilogía para adultos jóvenes (Jumping Off the Planet, Bouncing Off the Moon, Leaping to the Stars). También publiqué un libro acerca de cómo escribir (Worlds of Wonder), que tiene que ver con todo lo que aprendí de los mejores escritores de ciencia-ficción. Y las novelas de Star Wolf, además.

Diez años después de haber abandonado TNG, miré hacia atrás y vi que había hecho diez libros que no podría haber logrado de otra manera. Y que había tenido un hijo. Y, mientras TNG estuvo en el aire durante siete de aquellos diez años, creo que no estuvo a la altura de la magia y del espíritu de TOS; al menos, eso me pareció a mí. Si vas a una convención trekker, los fans alucinan con todos los actores, por supuesto, pero cuando Bill Shatner o Leonard Nimoy suben al escenario , todo explota… TOS sigue teniendo un lugar especial en los corazones de los fans.
Lo que siento acerca de TNG es una mezcla de cosas. Bob Justman dijo una vez que todo lo que tenemos se lo debemos a la dedicación y al entusiasmo de los fans. Siempre pensé que los fans se merecen todo lo que podamos brindarles. Eso es lo que quise hacer. Quizá con esto ofenda a algunos, pero nunca sentí que TNG cumpliera con esa promesa… al menos no en sus comienzos, y no con coherencia, y creo que es porque los guionistas estaban restringidos. Si vas a una convención y escuchás lo que dicen los fans sobre TNG, queda muy claro qué cosas no les gustaban. No les gustaba Wesley como el supergenio. No les gustaban las inconsistencias y evasivas científicas. Se quejaban de que los problemas se resolvían con montones de “tec, tec, tecnologías” en los últimos cinco minutos del capítulo. Y, para serte honesto, creo que los fans tenían razón… por lo general.
Así que me sentí mucho más feliz trabajando en mis propias historias, con mis propios desafíos. En 2000, sentí que la cosa se me estaba poniendo interesante. El libro que hice sobre mi hijo (The Martian Child) fue una de las obras más apasionadas y dichosas que haya escrito en mi vida, y eso no habría sucedido si me hubiera quedado en Star Trek, porque no habría tenido tiempo para adoptar a mi niño. Mi libro ganó el premio Hugo y el premio Nebula y hasta se hizo película, protagonizada por John Cusack (N. de la T.: Un niño de otro mundo, 2007). Nunca pensé que iba a pasar algo así, nunca aspiré a eso pero, mirando hacia atrás, abandonar Star Trek fue bueno para mí. Y tener un hijo fue la aventura más grande de todas las aventuras.

Otra de las razones por las cuales usted abandonó TNG tuvo que ver con “Blood and Fire”, un guión que nunca se produjo y que causó una conmoción interna, tanto en el equipo,como para usted en lo personal. Usted es gay, y escribió un guión que llevó a Trek a un límite que nunca había cruzado: los personajes gay. Aunque Gene Roddenberry patrocinó públicamente su iniciativa, al final no pudo ser…

La historia de “Blood and Fire” comenzó un mes antes de que TNG apareciera. Gene y yo fuimos a una convención en Boston; todos iban allá porque pensaban que Gene, por primera vez, hablaría en público acerca de una nueva serie. Le hacían mil preguntas, habían 3.000 personas… Pero no había mucho para decir. Eran sólo promesas de que haríamos “lo mejor”… Pero un fan preguntó: “¿Van a tener tripulantes gay? Porque en los años 60 ustedes tuvieron negros, y asiáticos, y latinos…” Y Gene contestó: “Tenés razón, ya es hora. Deberíamos.” Yo estaba sentado a su lado, tomando notas. Y así fue: Gene estaba frente a 3 mil personas, en noviembre de 1986. De algún modo me sorprendí, pero me encantó que Gene quisiera llegar hasta ese punto. Volvimos a Los Ángeles, tuvimos una reunión y alguien –no diré quién- preguntó: “¿Qué? ¿Vamos a tener al Teniente Tutti-Frutti?”. Gene replicó: “No, ya es hora. Y les prometí a los fans que vamos a tener personajes gay”.
Entonces, Rick Berman –quien aún no era parte de la serie pero era un ejecutivo del estudio- mandó un memo que decía: “Aquí tienen algunas historias que creo que pueden hacer”. Era un memo de tres páginas, habían unas 50 ideas, y la tercera se refería a una historia del Sida. Y pensé: “Bueno, esto ya lo hablamos, así que no debería de haber problemas con los jefes máximos”. En aquella época, yo estaba muy comprometido con la causa de donadores de sangre, y sabía que la gente estaba aterrorizada: no quería donar sangre, por miedo al Sida. Por eso quise que “Blood and Fire” (Sangre y Fuego) tratara acerca del miedo al Sida (no la enfermedad, sino el miedo a ella). El guión tenía que ver con la tripulación donando sangre para salvar las vidas de sus compañeros que estaban fuera de la nave. Pensé: “Si hacemos bien este capítulo, donde se demuestra que donar sangre es parte de la solución del problema, podemos hacerles entender a los televidentes que también pueden donar sangre para salvar vidas”. Pensé que era algo que Star Trek podía hacer, concientizar socialmente, y que si lo hacíamos bien, podríamos quizá generar un millón de nuevos donantes… en una época en la que no había donantes de sangre.

Usted escribió ese guión y…
Había en mi guión dos personajes que no eran fundamentales, aunque eran necesarios. En un momento, Riker le dice a uno de ellos: “¿Cuánto tiempo llevan ustedes juntos?”. Eso era todo. El chico responde: “Desde que estábamos en la Academia”. Eso era todo. Eso era todo lo que necesitabas para entender la relación entre ambos. Si eras un pibe, pensarías que ambos eran buenos compinches. Si eras un adulto, entenderías lo demás. Pero ahí se pudrió todo: volaron los memos, a favor y en contra. Un memo decía: “Salimos al aire a las 4 de la tarde, y las mamás enojadas nos van a mandar cartas en contra”. Yo repliqué: “Si recibimos cartas, eso quiere decir que nos ven, y eso es lo que queremos. Queremos que nos vean, y la controversia nos servirá; Gene hizo una promesa a los fans: si no es aquí y ahora, ¿cuándo?”. Pero el capítulo se cajoneó, finalmente, y ahí entendí que no me permitirían escribir los buenos episodios que habría podido realizar. TOS tenía que ver con enfrentar cambios. Si no íbamos a enfrentar cambios, no estaríamos haciendo Star Trek. Dejé que mi contrato expirara, y me dediqué a las otras cosas que ya te conté. (Nota de la fuente: “Blood and Fire”, luego, se convirtió en la base de la serie literaria de Gerrold, Star Wolf. Después, reescribió el guión y también lo dirigió en el fan film New Voyages).

¿Sigue implicado con New Voyages? Se decía que usted iría a escribir y dirigir un capítulo acerca de los tribbles…

Depende de James Cawley (Nota: el productor general, que interpreta a Kirk). No nos pusimos de acuerdo todavía. Él estaba jugando con la idea de “Escape del planeta de los Tribbles”: un planeta tan hostil y mortífero que todos los remeras rojas iban a morir antes de que terminara el capítulo. Ésa es una forma de ver las cosas. Pero todos quieren ver una comedia, también. No tengo idea de cómo o cuándo vamos a hacerlo, pero si James se decide, nos sentaremos y lo haremos. El verano (boreal) pasado hice Origins, que se remonta la era del Enterprise de Pike y al Kirk joven que sube a la Enterprise como cadete porque su ADN es crucial para resolver un problema. Esto nos lleva a ver a un joven Spock, a un joven Kirk, un joven McCoy, un joven Scotty, y nos divertimos muchísimo con las bromas que surgían… porque cuando más conocés a los personajes, más tremendas son las bromas. Están editando, van por la mitad, y hay muchos efectos especiales, pero creo que será un capítulo divertido. También lo co-guioné, y también lo dirigí.

Damos la vuelta y volvemos al principio. Hubo un tribble en la más reciente peli de Star Trek (JJ Abrams). ¿Le sacó una sonrisa?

En verdad, cuando vi la película por primera vez, no vi al tribble. Alguien me lo tuvo que avisar, me dijo dónde estaba. Pero yo sabía que había uno, porque Abrams me lo contó cuando fui al set de filmación: “Pusimos un tribble”. Y me encantó. Harve Bennett hizo lo mismo con una de las películas de TOS. Siempre me parece lindo cuando algún capítulo de serie o algún film muestra un tribble. Es como que todos estamos de acuerdo en que los tribbles son habitantes permanentes del universo de Star Trek.

Traducción y adaptación para Guia ST: Kohelles

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