La predilección del director Abrams por el género fantástico no es nueva. En su currículum se pueden encontrar joyas como “Super 8“, la anterior “Star Trek” y la alabada serie “Lost“.
Sin embargo, en una temática que acostumbra a tratar con mimo y acierto, su última incursión destaca por su simpleza e informalidad.
Los fans de la saga echarán de menos una mayor profundidad, al menos un detalle parecido al que el director les regaló en su film de 2009 sobre la saga.
El público general, en cambio, agradecerá la mayor levedad del largometraje, mucho más accesible para aquellos intelectos que no están tan empapados del universo Star Trek.
En esta ocasión, tras regresar a casa, la tripulación del USS Enterprise encuentra una fuerza imparable y terrorífica que ha atacado la Flota Estelar, dejando a la Tierra sumida en el absoluto caos. El capitán Kirk comanda una cacería en un mundo enfrentado, en busca de John Harrison, uno de los más brillantes agentes de la Flota Estelar que se vuelve en contra de la organización, intentando destruirla desde sus cimientos.
El nuevo panorama, mucho más enfocado a la acción, puede acercarse más a una masa menos conocedora de la verdadera y complicada esencia trekkie. Más simple e informal, pero también más accesible para el resto de espectadores, que verán una buena película de ciencia ficción con altas dosis de disparos.
Fuente Ociogay
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