Si alguien te dice: “ojalá te bese una tía buena hecha de antimateria” es que no te quiere. De hecho, si eso ocurriese tu y la maciza estallaríais en un destello de energía brutal. Así que ándate con cuidado a la hora de fijarte en chicas alienígenas.
Desde que en 1928 Paul Dirac (aquel extraño ser al que algunos tachan ahora de autista) infiriese matemáticamente la existencia del positrón (o electrón positivo) la imaginación de los físicos no ha hecho otra cosa que soñarle destinos.
Hay quien cree que la antimateria sería el combustible perfecto para que el ser humano se lance a la conquista de la galaxia a velocidades cercanas a las de la luz, aunque para eso tendrán que pasar siglos.
Fabricar átomos de antimateria es costosísimo, se necesitan máquinas enormes para crear unos pocos átomos de antihidrógeno (el elemento más sencillo de la tabla periódica), pero es que además, luego está el problema de almacenarlos durante un instante lo bastante largo como para estudiarlos. Y es que en cuanto esos átomos “invertidos” vienen al mundo, impactan con otros átomos de materia y ¡boom!
Y ahí es donde quiero ir a parar. Los científicos del CERN (encargados del experimento Alpha) han anunciado todo un logro de cara al futuro manejo y dominio de la antimateria. Por primera vez, han conseguido producir y atrapar átomos de antimateria usando campos magnéticos. No han sido muchos, se crearon miles de átomos de antihidrógeno y sólo se atraparon 38. Y además, esos 38 átomos permanecieron atrapados únicamente 0,17 segundos, pero aún así el avance es mayúsculo.
Para evitar que los átomos de antimateria se aniquilaran en contacto con los átomos de materia, el antihidrógeno se produjo en condiciones de vacío. Estos átomos consisten en un antiprotón (carga negativa) y un positrón (carga positiva), por lo que combinados, la carga de los átomos es neutra.
A pesar de todo, existe una débil interacción entre los átomos de antihidrógeno y los fuertes campos magnéticos empleados en la trampa. Para evitarla en la medida de lo posible, la temperatura se bajó a 0,5 grados por encima del cero absoluto, lo cual ralentizó la velocidad de los átomos.
En un futuro próximo, los científicos encargados del experimento Alpha intentarán averiguar cuántos átomos de antimateria pueden producir, y cuánto tiempo pueden mantenerlos atrapados. Tras eso, los físicos intentarán dirigir rayos láser hacia la antimateria para ver si absorbe luz. El modelo estándar de física predice que la materia y la antimateria deberían comportarse del mismo modo, por lo que el antihidrógeno debería entonces absorber las mismas longitudes de onda que el hidrógeno.
Desde que en 1928 Paul Dirac (aquel extraño ser al que algunos tachan ahora de autista) infiriese matemáticamente la existencia del positrón (o electrón positivo) la imaginación de los físicos no ha hecho otra cosa que soñarle destinos.
Hay quien cree que la antimateria sería el combustible perfecto para que el ser humano se lance a la conquista de la galaxia a velocidades cercanas a las de la luz, aunque para eso tendrán que pasar siglos.
Fabricar átomos de antimateria es costosísimo, se necesitan máquinas enormes para crear unos pocos átomos de antihidrógeno (el elemento más sencillo de la tabla periódica), pero es que además, luego está el problema de almacenarlos durante un instante lo bastante largo como para estudiarlos. Y es que en cuanto esos átomos “invertidos” vienen al mundo, impactan con otros átomos de materia y ¡boom!
Y ahí es donde quiero ir a parar. Los científicos del CERN (encargados del experimento Alpha) han anunciado todo un logro de cara al futuro manejo y dominio de la antimateria. Por primera vez, han conseguido producir y atrapar átomos de antimateria usando campos magnéticos. No han sido muchos, se crearon miles de átomos de antihidrógeno y sólo se atraparon 38. Y además, esos 38 átomos permanecieron atrapados únicamente 0,17 segundos, pero aún así el avance es mayúsculo.
Para evitar que los átomos de antimateria se aniquilaran en contacto con los átomos de materia, el antihidrógeno se produjo en condiciones de vacío. Estos átomos consisten en un antiprotón (carga negativa) y un positrón (carga positiva), por lo que combinados, la carga de los átomos es neutra.
A pesar de todo, existe una débil interacción entre los átomos de antihidrógeno y los fuertes campos magnéticos empleados en la trampa. Para evitarla en la medida de lo posible, la temperatura se bajó a 0,5 grados por encima del cero absoluto, lo cual ralentizó la velocidad de los átomos.
En un futuro próximo, los científicos encargados del experimento Alpha intentarán averiguar cuántos átomos de antimateria pueden producir, y cuánto tiempo pueden mantenerlos atrapados. Tras eso, los físicos intentarán dirigir rayos láser hacia la antimateria para ver si absorbe luz. El modelo estándar de física predice que la materia y la antimateria deberían comportarse del mismo modo, por lo que el antihidrógeno debería entonces absorber las mismas longitudes de onda que el hidrógeno.
Gracias MIGUEL MARIN por enviar el articulo.
Fuente Maikelnai´s Blog
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