jueves, 28 de agosto de 2008

Relato AT: SCRAP *

El Capitán Goldman se sentó ante el timón. No era habitual que un Capitán hiciera esto. Pero, dado que el USS Beaufort estaba tripulado por una dotación mínima, la guardia nocturna en el puente era de un sólo hombre. Y, esa noche, ese hombre era él.Su carrera no había sido brillante. No había destacado en la Academia y, consecuentemente, nunca había sido asignado a ninguna nave importante. Había sido alférez a bordo del Stargazer, al mando del legendario Capitán Picard, pero la suerte lo había dejado varado en la Base Estelar 301 con una temible gripe boliana una semana antes de que la nave fuera ferozmente atacada y caóticamente evacuada.Nunca tuvo una victoria memorable, a pesar de que combatió a los romulanos, los cardasianos, a los borg y al dominio. Goldman era un segundón eterno, un oficial Clase B que nunca figuraría ni en los cuadros de honor ni en los libros de historia. Comandar la Beaufort era, dadas las circunstancias, una experiencia tan deprimente como la totalidad de su curriculum.Posó los dedos sobre el panel y una parte de la carcasa se le desplomó sobre el pie izquierdo. Pateó el pedazo de escombro recién caído y el sillón del timonel tambaleó bajo su trasero. Le faltaban varios tornillos y mantener la estabilidad sentado en ese puesto no era tarea fácil. En la pantalla principal, las estrellas se esfumaban a su alrededor en un predecible "efecto túnel" a warp 4. Los sensores no funcionaban y las estrellas esfumándose era el único contacto con el exterior.Deslizó el índice sobre el control y aumentó la velocidad a warp 7. La destartalada nave comenzó a vibrar y tuvo miedo de que otras piezas siguieran cayéndose de sus lugares, por lo que volvió a bajar la velocidad.De repente, todo a su alrededor se oscureció. De su comunicador tronó la voz del Jefe de Máquinas Dorak, un vulcano parco y engreído como todos los vulcanos:

"Disculpe, Capitán -explicó incólume- el núcleo se recalentó... otra vez... tenemos como media hora a la deriva hasta que se enfrié y podamos reiniciar sin fundir los cristales de dilithium". El Capitán acusó recibo del mensaje y, tambaleando en la oscuridad a falta de luces de emergencia, se sentó en el asiento del oficial táctico, cuyo estado era el menos deplorable de todos los del puente, y se durmió.El molesto blip del comunicador lo sacó de su sueño y, algo asustado, descubrió que flotaba como a un metro del piso. La voz ronca de Dorak no se hizo esperar:


"Capitán, quería avisarle que hace alrededor de 15 minutos perdimos los sistemas de gravedad, pero ya están en línea y voy a activar".Goldman cayó pesadamente al piso y le dolieron todos los huesos. La voz insoportable del jefe de máquinas seguía explicando cómo habían estado a punto de perder el soporte de vida y cómo lo había evitado; además de un montón de detalles técnicos sobre cuánto faltaba para resucitar el núcleo warp y por qué.Pasó un rato más. Un rato oscuro, frío, solitario y eterno. Entonces, de a uno, los pocos paneles que servían, se fueron encendiendo en forma algo inestable, como un desvencijado árbol del navidad. Cuando el monitor volvió a indicar que todos los sistemas -al menos los que funcionaban- estaban en línea nuevamente, ingresó el curso y, con cautela, inició la navegación en warp 2.5.


Nerug, el pequeño y cabezón Teniente ferengi, entró al puente con cara de dormido y, en un tono demasiado pomposo para el estado de la pobre Beaufort, anunció que comenzaba su turno y tomó el mando. El Capitán se fue hacia su camarote. El turboascensor como tantas otras cosas mucho más importantes, no funcionaba. Pero el largo camino reptando por tubos jeffries le dio tiempo para hacer algunos cálculos mentales.Si lograban mantener la velocidad si que la nave dejara su último aliento en la desmesurada intentona, sólo tardarían un día más en llegar al sector 425. Allí, fondearían a la Beaufort en un lugar seguro, apagarían todos los sistemas y se la entregarían a los responsables del junkyard.Con un poco de suerte, volverían a casa como pasajeros en alguna nave en mejor estado, mientras la Beaufort, después de más de cincuenta años de fieles servicios a la Flota Estelar, fuera desmantelada y reducida a varias toneladas de chatarra que los mercaderes del ramo se encargaría de reutilizar y desparramar por todo el cuadrante.


Diego Eduardo Gualda
Nota del Autor: Cuando un buque se pone demasiado viejo y el costo de su mantenimiento pierde proporción con los beneficios que genera, su triste destino es el desguace y la posterior venta al peso de los restos. Este relato es un cálido y sentido homenaje al 'Mauretania', al 'Olympic' y a tantas otras grandes y gloriosas embarcaciones que acabaron sus vidas convertidas en montones de chatarra.


* scrap [skraép] va. echar a la basura; descartar; abolir; desguazar; desbaratar (un buque) - s. chatarra; hierro viejo. Appleton's New Cuyas Dictionary, 5ª edición, Prentice Hall Inc., New Jersey, 1972.

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