Aprenda Klingon

Mientras muchos españoles se lanzan a los brazos de Goethe y estudian alemán con la esperanza de mejorar su acceso al empleo, los alemanes despegan en unos nuevos estudios lingüísticos, los del 'klingonés', quién sabe con qué intenciones. Acaba de abrir sus puertas en Saarbrucken la primera academia del mundo en la que puede aprenderse la lengua de Klingon, que tiene su origen en el universo de 'Star Trek' y que ha atraído a una primera y selecta promoción de 20 alumnos. Todos ellos han debido superar una prueba de acceso en el que se ha tenido en cuenta sus conocimientos previos de varias lenguas y su oído musical, que les será sin duda muy útil para manejarse entre los conjuntos de fonemas predominantemente consonánticos con los que se comunican los klingon, con palabras que suenan a trabalenguas rusos. Por ejemplo: "BIyaj'a", que se traduce como "¿entiendes?" o "nuqneH", una especie de saludo que significa textualmente "¿tú qué quieres?". 

Los klingon, 'tlhlngan' en su propio idioma, son una raza de humanoides que se convierten en aliados de la Federación en Star Trek VI y cuya cultura gira en torno a la aristocracia, el honor y el combate. "En esta lengua no hay frases como 'Buenos días, ¿ha sido agradable su viaje?' porque los klingon dirían en esa situación algo como '¿has traído cerveza?'", explica el director de estudios de la academina, Lieven Litaer. La lengua klingon comenzó a ser sistematizada por el lingüista norteamericano Marc Okrand en los años 60 y es hoy un idioma con unos 3.000 vocablos y unas reglas gramaticales fijas y bastante complejas. 

"No es tan difícil como puede parecer al principio, aunque es cierto que causa a menudo inflamación y dolor de garganta", reconoce la profesora de Leipzig Sabine Fiedler en declaraciones a la cadena de televisión ZDF. 

Los participantes en el curso, que acuden a clase ataviados con la parafernalia folklórica de 'Star Trek' y se toman completamente en serio sus estudios de klingon, recuerdan que no son 'frekies', sino 'trekkies', un club mundial de cierta alcurnia y del que ha declarado formar parte, por ejemplo, el ministro de Finanzas de Baviera, Marcus Söder. 

Entusiasmados, asisten a seminarios complementarios al estudio de la lengua como el titulado 'Técnicas de ligue en klingon', en el que se introducen en las particularidades del proceso de entablar contacto afectivo-sexual a lo 'klingon' con habitantes de otros planetas. Antes de enfrascarse en su incipiente nueva forma de comunicación, se despiden diciendo 'Qapla', un término para decir adiós que textualmente significa "éxito".

Fuente El Mundo