En la serie Star Trek: La Nueva Generación, los protagonistas podían recrear cualquier entorno en una sala de realidad virtual llamada holocubierta. Estamos muy lejos de esa tecnología, ¿o quizás no tanto?
Es uno de los inventos de ciencia ficción que todos quisiéramos que existiera: la holocubierta nos permitiría recrear cualquier entorno hasta el último detalle, interactuar con personajes creados a nuestro gusto, y vivir todo tipo de aventuras. De hecho, es también uno de los mayores temores de muchos escritores de literatura futurista: ¿acaso querríamos salir fuera de este mundo virtual perfecto?
Sin embargo, la tecnología mostrada en las series de ciencia ficción está lejos de ser real. De momento nos tenemos que conformar con pequeñas aproximaciones que pueden transformar estancias de nuestra casa en entornos algo diferentes (no demasiado), pero son claras muestras de lo que está por venir.
Rumbo a las estrellas
Una de las maneras más clásicas de alterar el aspecto de una habitación es comprar un planetario portátil. Con la habitación a oscuras, podemos proyectar puntos de luz situados como si se tratase de las constelaciones que podemos ver desde nuestra ubicación e imaginar que estamos al aire libre.
Los más avanzados utilizan diodos laser y plasma para no sólo proyectar estrellas, sino también galaxias y nebulosas, consiguiendo transportarnos a miles de años luz de distancia. Puede que el proyector incluya las pilas, pero lo que más vamos a necesitar es imaginación por nuestra parte.
Bajo el mar
De manera muy parecida, los que busquen otro entorno más relajante, pueden supergirse en las profundidades del océano. Gracias a los proyectores de fondo marino, podemos hacer que nuestro techo se transforme en la superficie del agua. Todo ello acompañado de una serie de sonidos de fauna marina, burbujas, y juegos de luz que consiguen un efecto tremendamente conseguido.
Se trata de una de las maneras más sencillas y baratas de conseguir transformar una habitación, aunque funciona mucho mejor cuanta menos luz ambiente tengamos en la estancia. Si lo complementamos con un CD de música 'chill-out' el resultado es espectacular.
Project Natal
Aunque este proyecto de Microsoft para su consola Xbox 360 no transforma nuestro entorno, sí que consigue que cambiemos radicalmente la manera de interactuar con los objetos virtuales que podemos ver en la pantalla de nuestro televisor.
Gracias a unos sensores de posición y movimiento, el equipo es capaz de interpretar nuestros gestos para así traducirlos a acciones dentro del juego. Podemos imaginar un futuro próximo en el que se creen aplicaciones para este sistema que no tengan que ver con juegos, sino con entornos de realidad virtual pensados para el salón, acompañados de un proyector para transformar nuestra pared en una ventana a dichos mundos virtuales.
Google Street View
Google también ha creado su pequeño mundo virtual con Google Street View. Gracias a este interesantísimo proyecto, podemos movernos por las calles de las principales ciudades del mundo. En móviles con acelerómetro y brújula podemos comenzar a ver las posibilidades de inmersión total de esta aplicación, pudiendo ver exactamente nuestro entorno con sólo movernos y girar sobre nosotros mismos.
Basándose en este principio, Google dispone de salas en las que varias pantallas de plasma nos rodean, mostrándonos simultáneamente todo el entorno de Google Street View. Así, es como si viajáramos virtualmente por esas ciudades, pudiendo escoger nuestro camino. Si en un futuro podemos empapelar las paredes de nuestra casa con finísimas pantallas OLED, nosotros también podremos ver el recorrido que vamos hacer en primera persona antes de hacerlo.
Retroproyectores + 3D
Pero lo más cerca que estamos de las holocubiertas de Star Trek es en las salas de realidad virtual de la compañía EON Reality. Gracias a un sistema de retroproyectores, podemos envolvernos en entornos sintéticos tridimensionales. Con unas gafas para imágenes estereoscópicas, podremos además apreciar la profundidad de los objetos que nos rodean.
Aunque de momento esta tecnología es tremendamente cara, muy limitada, y especialmente pensada para presentaciones de alto nivel de empresas e instituciones, abre el camino de futuras versiones más asequibles, diseñadas para el usuario doméstico. Si además combinamos este sistema con otro como 'Project Natal', podemos ver que la interacción con entornos de realidad virtual en nuestra casa puede no estar tan lejos.
Fuente Terra
Es uno de los inventos de ciencia ficción que todos quisiéramos que existiera: la holocubierta nos permitiría recrear cualquier entorno hasta el último detalle, interactuar con personajes creados a nuestro gusto, y vivir todo tipo de aventuras. De hecho, es también uno de los mayores temores de muchos escritores de literatura futurista: ¿acaso querríamos salir fuera de este mundo virtual perfecto?
Sin embargo, la tecnología mostrada en las series de ciencia ficción está lejos de ser real. De momento nos tenemos que conformar con pequeñas aproximaciones que pueden transformar estancias de nuestra casa en entornos algo diferentes (no demasiado), pero son claras muestras de lo que está por venir.
Rumbo a las estrellas
Una de las maneras más clásicas de alterar el aspecto de una habitación es comprar un planetario portátil. Con la habitación a oscuras, podemos proyectar puntos de luz situados como si se tratase de las constelaciones que podemos ver desde nuestra ubicación e imaginar que estamos al aire libre.
Los más avanzados utilizan diodos laser y plasma para no sólo proyectar estrellas, sino también galaxias y nebulosas, consiguiendo transportarnos a miles de años luz de distancia. Puede que el proyector incluya las pilas, pero lo que más vamos a necesitar es imaginación por nuestra parte.
Bajo el mar
De manera muy parecida, los que busquen otro entorno más relajante, pueden supergirse en las profundidades del océano. Gracias a los proyectores de fondo marino, podemos hacer que nuestro techo se transforme en la superficie del agua. Todo ello acompañado de una serie de sonidos de fauna marina, burbujas, y juegos de luz que consiguen un efecto tremendamente conseguido.
Se trata de una de las maneras más sencillas y baratas de conseguir transformar una habitación, aunque funciona mucho mejor cuanta menos luz ambiente tengamos en la estancia. Si lo complementamos con un CD de música 'chill-out' el resultado es espectacular.
Project Natal
Aunque este proyecto de Microsoft para su consola Xbox 360 no transforma nuestro entorno, sí que consigue que cambiemos radicalmente la manera de interactuar con los objetos virtuales que podemos ver en la pantalla de nuestro televisor.
Gracias a unos sensores de posición y movimiento, el equipo es capaz de interpretar nuestros gestos para así traducirlos a acciones dentro del juego. Podemos imaginar un futuro próximo en el que se creen aplicaciones para este sistema que no tengan que ver con juegos, sino con entornos de realidad virtual pensados para el salón, acompañados de un proyector para transformar nuestra pared en una ventana a dichos mundos virtuales.
Google Street View
Google también ha creado su pequeño mundo virtual con Google Street View. Gracias a este interesantísimo proyecto, podemos movernos por las calles de las principales ciudades del mundo. En móviles con acelerómetro y brújula podemos comenzar a ver las posibilidades de inmersión total de esta aplicación, pudiendo ver exactamente nuestro entorno con sólo movernos y girar sobre nosotros mismos.
Basándose en este principio, Google dispone de salas en las que varias pantallas de plasma nos rodean, mostrándonos simultáneamente todo el entorno de Google Street View. Así, es como si viajáramos virtualmente por esas ciudades, pudiendo escoger nuestro camino. Si en un futuro podemos empapelar las paredes de nuestra casa con finísimas pantallas OLED, nosotros también podremos ver el recorrido que vamos hacer en primera persona antes de hacerlo.
Retroproyectores + 3D
Pero lo más cerca que estamos de las holocubiertas de Star Trek es en las salas de realidad virtual de la compañía EON Reality. Gracias a un sistema de retroproyectores, podemos envolvernos en entornos sintéticos tridimensionales. Con unas gafas para imágenes estereoscópicas, podremos además apreciar la profundidad de los objetos que nos rodean.
Aunque de momento esta tecnología es tremendamente cara, muy limitada, y especialmente pensada para presentaciones de alto nivel de empresas e instituciones, abre el camino de futuras versiones más asequibles, diseñadas para el usuario doméstico. Si además combinamos este sistema con otro como 'Project Natal', podemos ver que la interacción con entornos de realidad virtual en nuestra casa puede no estar tan lejos.
Fuente Terra
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